jueves, 14 de enero de 2016

Los sentimientos son recursos necesarios para sobrevivir y evolucionar

Los sentimientos son recursos necesarios para sobrevivir y evolucionar


Se han hecho esfuerzos significativos para resolver el intrigante misterio que envuelve a nuestros sentimientos y emociones. Sin embargo, no parece existir mucha unanimidad conceptual al respecto. Al fin y al cabo, nos movemos en terrenos filosóficos… ¿O quizás no?
Pues la verdad es que sí, pero no.
No le podemos negar a la filosofía su tenacidad investigadora a  lo largo de la historia, pero son las nuevas disciplinas en neurología y endocrinología quienes más nos están ayudando a entender nuestras capacidades.
Los sentimientos son  recursos mentales, que nuestra naturaleza nos han otorgado para ayudarnos a evolucionar como especie.
El ser humano desde sus inicios, necesito satisfacer una serie de necesidades básicas fisiológicas, como comer o beber, y se proporcionó a nuestro organismo de recursos o mecanismos físicos que nos ayudarían a saber cuándo debíamos desarrollar estas actividades. En este caso, nos doto del hambre y la sed, sin los cuales ni comeríamos ni beberíamos.
No obstante, para que pudiéramos evolucionar como especie, necesitábamos otro tipo de recursos, porque teníamos otro tipo de necesidades. Así, nuestra naturaleza tuvo que ingeniárselas para avisarnos no de manera física, sino mental de que teníamos que realizar ciertas actividades que también nos eran necesarias; Como por ejemplo huir de un peligro.
De esta forma, surgieron los sentimientos.
Y al igual que el hambre y la sed son recursos físicos que nos avisan que tenemos que comer y beber, o lo que es lo mismo que satisfacer alguna necesidad física, los sentimientos son recursos psíquicos que nos avisan que tenemos que satisfacer alguna necesidad psíquica.
Para ello nuestra naturaleza nos provee del miedo, el temor, la ansiedad, la preocupación o el recelo. Otros sentimientos, como el valor y la agresividad nos ayudaran a enfrentarnos y solucionar ese mismo peligro. Algunos nos incitaran a procrear, como el placer sexual y el enamoramiento. Otros, como el instinto maternal, el cariño o el amor nos ayudaran a perpetuar la especie motivándonos a proteger a los hijos. Algunos, nos ayudaran a reflexionar sobre nuestro comportamiento y por tanto nos obligaran a superar los obstáculos y evolucionar; como el sentimiento de culpa, de vergüenza, el arrepentimiento, el remordimiento o el descontento. Finalmente algunos nos ayudaran a tener ilusión por vivir, como el placer, la felicidad, el bienestar o la alegría.
Es evidente que los sentimientos “no existen por casualidad”, ¡Están ahí porque los necesitamos!.